El seguimiento y la vigilancia, los servicios más demandados en investigación privada.
El seguimiento y la vigilancia son dos tareas muy complejas, pero también las más demandas en investigación privada.
En general un equipo de vigilancia se compone de seis a doce investigadores. Si únicamente se realiza una vigilancia estática, es decir la supervisión de un área determinada, se necesitan, en la mayoría de los casos, tres investigadores. La vigilancia suele implicar también el uso de dispositivos de seguimiento y equipo de monitorización, adaptados según el caso que se presenta, o el encargo del cliente.
En las agencias privadas, se suele utilizar un único investigador. No obstante, este cargo en manos de una única persona resulta muchas veces complicado e incluso arduo. Teniendo todo cubierto, puede surgir la posibilidad de que un individuo cualquiera pueda molestar y que la misión fracase. El investigador puede incluso ser percibido como un acosador o alguien sospechoso, por lo que este último debe tomar las precauciones debidas, y actuar con cautela pero determinación.
Es cierto que las agencias privadas, en ocasiones especiales, pueden poner a más de un investigador, y si el cliente decide que su caso sea investigado por más de un agente.
La empresa le facilita el número de personas que desea, tanto otros detective,s como asistentes que pueden servir de gran ayuda.
Los detectivos tienen una amplia cartera de servicios que ofrecen a sus clientes, para poder descifrar aquello que les preocupa.
En general, teniendo en cuenta que la mayoría de encargos están destinados a sacar a la luz, y confirmar las sospechas del cliente, el seguimiento y la vigilancia son las dos acciones con las que se pueden obtener mayores pruebas, de forma rápida y eficaz.