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Los detectives privados destapan cada día más nuevos casos en propiedades inmobiliarias.
El sector inmobiliario en España tiene un gran peso en la economía del país, aunque la crisis haya apaciguado su fuerza y rigor en los últimos años.
En el ámbito de la inmobiliaria, son muchos los propietarios de torres o apartamentos que se muestran muy reticentes ante los posibles clientes que solicitan alquilar durante una temporada la propiedad, o se muestran inquietos una vez los huéspedes ya instalados.
En muchos casos, puede que no se sepa a ciencia cierta quien está ocupando ese lugar: el inquilino puede, discretamente, realquilar la propiedad a terceros y recibir una renta sobre ello sin que el propietario de la propia casa o piso haya sido informado.
Esas personas que supuestamente viven en la propiedad, disfrutan ilegalmente del contrato de renta antigua y ofrecen un alquiler mayor al mercado a los nuevos inquilinos.
El fraude por la ocupación de una vivienda por una persona que no estipula en el contrato y lleva a cabo actividades ilícitas es un motivo de recisión en un contrato de arrendamiento según dicta la Ley de Arrendamientos. Los detectives privados ofrecen un servicio de investigación para destapar la verdadera identidad del individuo que ocupa el hogar, y la verdadera localidad del titular del contrato. Además, pueden llegar a aportar pruebas sobre actividades distintas a las que han sido pactadas en un contrato, si existen. Es sin duda un gran método para conocer realmente al individuo que ocupa una propiedad privada, y aporta mucha seguridad a los dueños del hogar, sin olvidar todo tipo de pruebas que puedan ayudar al propietario real del hogar, demostrar ante un jue, un caso de fraude y engaño en el alquiler de la vivienda.