La figura del detective privado

El detective privado, la única figura real que puede investigar sobre la vida privada de los ciudadanos.


Para hablar de la figura del detective privado se debe mencionar el mundo del cine y el universo de la literatura, ya que personajes como James Bond creado por el novelista inglés Ian Fleming han hecho que en la mente de las personas se asocien estas figuras al detective  o investigador.

No obstante, la realidad es totalmente distinta a la ficción y literatura, acercándose únicamente a la palabra “investigación”. Esta palabra que aborda las técnicas apropiadas para la obtención de información pertinente, relevante, pruebas indiscutibles, nada tienen de similar con los espías o agentes dobles de las películas de acción, o y novelas policíacas.

El detective privado es la única figura legal que puede realizar investigaciones privadas y la única que puede obtener información confidencial, mediante pruebas feacientes e información a partir de hechos o conductas realizadas en privado. Además, el detective privado no carece de limitaciones, y sólo puede trabajar con técnicas que estén dictadas y permitidas por la justicia, y no atenten “contra el derecho al honor, a la intimidad profesional o familiar o a la propia imagen o al secreto de las comunicaciones” como dicta el Articulo 19.4 de la Ley de Seguridad Privada.

El detective privado, debe pues, trabajar conforme a unas reglas que debe respetar y no transgredir bajo ningún concepto, aunque sean necesarias para resolver y destapar un caso, excepto en las técnicas que puede emplear durante sus incursiones. Estas deben estar dictadas y permitidas por la justícia.  Traspasar este límite, podría comportar la anulación de cualquier prueba que se presente ante un jurado. Ante todo, es importante tener en cuenta la privacidad de una persona, y no sobrepasar los límites de ésta.
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